Parejas

El amor nos influye en más situaciones de las que nos imaginamos. Según algunas teorías se considera incluso una emoción básica.

Nacemos y solemos ser amados. Desde ese mismo momento, el amor se nos presenta con diversas formas. Amor hacia padres, madres, amigos/as, hijos/as, compañeros/as, hermanos/as,… Pero ante todo, la mayoría de la gente busca conseguir alguien con quien compartir su intimidad, su vida, su día a día. La soledad es algo que muchas veces nos puede llegar a aterrar. Somos capaces de hacer casi cualquier cosa para no perder ese sentimiento o para conseguirlo.

¿Coaching de pareja o psicoterapia de pareja?

Al unificar las dos disciplinas descubrí que tenían muchos puntos en común. Tanto los piscólogos como los coaches. Por tanto, simplemente lo llamo procesos de pareja. Asocio las dos formas de trabajar para crear otra más eficaz, sin dejar atrás la psicoterapia ni el coaching de pareja.
La metodología la baso en el fortalecimiento de la situación actual o/y en el autodescubrimiento de las dificultades comunes.

No es necesario acudir en pareja para poder cambiar la situación.

Lo que se ofrece en los procesos de pareja es, sobre todo, una visión objetiva del problema. Dar otro enfoque o herramientas con las que cada uno pueda trabajar en su relación.

Lo fundamental en estos procesos es trabajar con los grandes pilares del amor: La intimidad, la pasión y el compromiso. Todo ello, en un marco de respeto, sinceridad y comunicación sana. La importancia de hablarse bien.

Si se acude acompañada puede que se requieran entrevistas individuales para ver problemáticas o visiones desde la particularidad de cada uno. Todo siempre enfocado hacia una mejora de las partes.

Puede ser un éxito el mero hecho de aprender a comunicarse mejor, de saber qué cosas se han descuidado con el tiempo, de potenciar las fortalezas de la relación, de cambiar la perspectiva actual. La finalidad muchas veces no es la reconstitución de la pareja sino su redefinición o redecisión.